El 2 de julio de 2014, en horas de la madruga y en una inspección de rutina realizada a un camión de transporte de encomiendas, funcionarios de aduanas clausuraron tres bultos sospechosos que resultaron contener la mercadería.
Al ser clausurados, una vez que los paquetes llegan a la empresa de encomiendas, esta avisa al destinatario del envío para informarle que el bulto fue clausurado por aduanas, es decir que el destinatario debe presentarse y abrir el paquete en presencia de algún funcionario.
La persona no respondió a la solicitud, por lo que los funcionarios de la Sede dieron cuenta de la situación a la Brigada Narcóticos, al Juzgado penal 17 Turno y a la División Propiedad Intelectual, Lavado de Activos y Narcotráfico.
El Juez actuante dispuso se abrieran los paquetes donde se encontraron 57 ladrillos de droga, con un peso total de 49.612,4 Kg.