El objetivo de esta campaña es sensibilizar y concientizar sobre los desafíos que enfrentan niños, adolescentes y familiares al transitar esta enfermedad. También alude a la posibilidad y necesidad del acceso a un diagnóstico para aplicar un tratamiento a tiempo.
La utilización del “Lazo Dorado” simboliza el cáncer infantil, comparando la fortaleza y resistencia de los niños con cáncer con el oro. Organizaciones del todo mundo, así como instituciones públicas y privadas, grupos de la sociedad civil y el mundo académico, han empleado el símbolo del lazo dorado para expresar su apoyo y solidaridad a la lucha contra el cáncer infantil.
Mundialmente cada año, aproximadamente 300.000 niños son diagnosticados con cáncer, entre un 80 y 85% logra superar la enfermedad. Sin embargo, muchos niños en países de ingresos bajos y medios no reciben el diagnóstico y tratamiento adecuados y, como resultado, más del 90% de las muertes por cáncer infantil ocurren en entornos de bajos recursos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha resaltado la importancia de diagnosticar el cáncer infantil temprano y mejorar el acceso al tratamiento para niños y adolescentes.
La realidad de nuestro país
En Uruguay se diagnostican por año, aproximadamente, 150 niños con cáncer, de los cuales un 80% logra curarse, esta cifra se corresponde con países más desarrollados en materia de salud. Hay que destacar que en el país el 100% de los niños recibe un diagnóstico, a comparación de otros países de la región donde no todos tienen acceso.
Un gran porcentaje de los niños diagnosticados se atiende en la Fundación Pérez Scremini que se dedica especialmente al tratamiento de esta enfermedad. La Fundación realiza tratamientos acordes con pautas y protocolos internacionales, además de ocuparse del acceso de los medicamentos según el tipo de cáncer que padezca el niño. En caso de que no esté disponible algún medicamento, la Fundación lo consigue.
A modo de precaución hay que tener en cuenta que en este tiempo veraniego, (donde salimos a realizar mayor cantidad de actividades al aire libre) no debemos olvidarnos de las medidas de fotoprotección para nuestros niños y niñas.
Hay que tener en cuenta que el daño solar sobreviene con cada exposición y se acumula a lo largo de toda la vida, favoreciendo el desarrollo de cáncer de piel en la vida adulta.